Un grupo de habitantes del municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, ha lanzado una alarmante denuncia pública, manifestando estar "cansados y hartos" de la violencia, abusos y robos perpetrados por el grupo delictivo La Línea, que opera con total impunidad en la región.
La queja central se enfoca en el secuestro forzado de jóvenes y menores de edad, quienes son reclutados violentamente para cometer delitos graves como secuestros y asesinatos, según los denunciantes, aquellos que se resisten a colaborar son brutalmente asesinados
La indignación de la comunidad ha crecido tras reportarse casos recientes de jóvenes presuntamente asesinados por negarse a unirse a la organización criminal, los habitantes señalaron directamente el hallazgo de cuerpos en el área conocida como el entronque de El Pinito.
Entre las víctimas mencionadas en la denuncia se encuentran:
- Rito Martínez Angulo (45 años)
- Juan Manuel Gutiérrez Loera (19 años)
- Berlín R. Hernández Soto (15 años)
La comunidad también hizo referencia explícita al caso de un menor de apenas 13 años, identificado como Jaime Ramos Solís, cuyo destino se teme luego de que circulara un video "fuerte y cruel" en redes sociales.
Uno de los puntos más serios y graves de la denuncia es la acusación directa de complicidad contra elementos del Ejército Mexicano (a quienes se refieren como “guachos”) y la policía local.
Los denunciantes afirmaron categóricamente que estas autoridades "trabajan para La Línea", lo que explicaría la falta de acción y la impunidad con la que opera el crimen organizado en la zona.
“Estamos cansados de que a nuestros hijos y jóvenes se los están llevando a la fuerza, secuestrando y matándolos si no les ayudan a los de La Línea a trabajar para ellos.
¡Ya basta con lo que hacen! ¡Auxilio es lo que pedimos porque los guachos y policías trabajan para La Línea!”, se lee en la denuncia de los habitantes.
Los pobladores de Guadalupe y Calvo exigen una intervención inmediata de las autoridades estatales y federales para desarticular al grupo delictivo y sancionar a los elementos de seguridad presuntamente coludidos, clamando por ayuda ante una situación que ha escalado hasta el secuestro y homicidio de sus hijos.
