Blog del Narco

Suman 1000 ejecuciones en Tabasco tras la ruptura de La Barredora que se dio durante una reunión en la casa de Hernán Bermúdez Requena

Tabasco atraviesa el periodo más violento de su historia reciente, sumergido en una escalada de muerte y caos que ha cobrado la vida de más de mil personas entre enero de 2024 y junio de 2025. Esta devastadora crisis es el resultado de la ruptura de “La Barredora”, una organización criminal que operó durante años bajo una protección institucional. 

En el centro de este entramado se encuentra Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública estatal, hoy prófugo de la justicia, acusado de liderar y encubrir a esta estructura criminal desde uno de los cargos más altos del aparato de seguridad.

La escisión de “La Barredora” desató una ola sin precedentes de homicidios, motines, desapariciones y ataques armados, exponiendo el colapso del control estatal frente al crimen organizado. 

La situación es tan crítica que la percepción de inseguridad en Villahermosa, la capital, alcanzó un alarmante 90.6%, según datos del INEGI.

Hernán Bermúdez Requena huyó del país el 26 de enero de 2025 y actualmente es buscado con ficha roja de Interpol. La Fiscalía General de la República (FGR) lo acusa de delincuencia organizada, tráfico de drogas, trata de personas, extorsión y vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), a través de la estructura que él mismo habría consolidado desde el poder. Su fuga, confirmada oficialmente apenas el 16 de julio, lo llevó de Yucatán a Panamá, luego a España, y se presume que ahora se encuentra en Brasil.

La gravedad del caso radica en que Bermúdez Requena fue nombrado en 2019 por el entonces gobernador Adán Augusto López Hernández, a pesar de las advertencias de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) sobre sus nexos criminales, según documentos filtrados. 

“La Barredora” emergió como una escisión del Cártel de los Beltrán Leyva tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva en 2009 y la captura de Édgar Valdez Villarreal, "La Barbie", en 2010. 

Esta célula criminal se consolidó con el tiempo, expandiendo su presencia a estados clave como Colima, Baja California y la Ciudad de México, respaldada por su brazo armado, el autodenominado Comando de la Muerte.

La presencia de “La Barredora” en Tabasco se hizo evidente desde 2009, tras el asesinato de la familia del suboficial Melquisedec Angulo Córdova de la Marina. Desde entonces, el grupo estableció bases en municipios estratégicos para el tráfico de drogas, el huachicoleo y la trata de personas. 

Reportes militares revelan que Bermúdez Requena coordinaba planes para sustraer 38 millones de litros de hidrocarburo de buques en el puerto de Dos Bocas, a través de una compleja red de pipas, documentos falsos y funcionarios cómplices, incluyendo a figuras como Ulises Pinto Madera (alias “Prada”), Carlos El TomasínDíaz Rodríguez y TrinidadEl Pelón” de la Cruz Miranda.

Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública

El quiebre de “La Barredora” se produjo violentamente el 22 de diciembre de 2023, durante una reunión de sus principales líderes en la residencia de Bermúdez Requena, en el exclusivo fraccionamiento Campestre de Villahermosa

La balacera resultante, el abandono de dos camionetas y la ejecución de dos agentes de la SSPC estatal, secuestrados durante el incidente, fueron el preámbulo de una noche de caos. Asaltos, incendios de vehículos, ataques a tiendas y motines simultáneos en cuatro penales, con saldo de dos reos muertos, marcaron el inicio de una nueva etapa de violencia.

La ruptura derivó en la formación de dos bloques: uno que se alió con el CJNG y otro conformado por policías y mandos exintegrantes de la SSPC, leales a Bermúdez. Las consecuencias fueron devastadoras para Tabasco. 

En 2024, el estado registró 894 víctimas de homicidio doloso, una cifra que supera drásticamente los años anteriores (253 en 2023, 354 en 2022, y 569 en 2018). Abril de 2024 fue el peor mes, con 127 ejecuciones en solo 30 días. En lo que va de 2025, hasta junio, ya se suman 435 asesinatos. Las víctimas han sido en muchas ocasiones personas ajenas al conflicto: jóvenes, comerciantes y civiles atrapados en el fuego cruzado.

Durante la gestión de Carlos Manuel Merino, gobernador sustituto entre 2021 y 2024, la violencia se agravó sin freno. Julia Arrivillaga, directora del Observatorio Ciudadano de Tabasco, calificó este periodo como “un sexenio perdido”, una opinión compartida por académicos y especialistas que señalan la ausencia de estrategias efectivas contra el crimen organizado y la permisividad que permitió al narcotráfico operar con libertad.

La impunidad se hizo palpable con la operación sin intervención de ranchos con felinos exóticos, casas de seguridad con patrullas clonadas y sistemas de videovigilancia piratas. 

Denuncias de policías que recibían órdenes de liberar delincuentes y la separación de cientos de elementos por no pasar exámenes de control de confianza evidenciaron la podredumbre institucional.Aunque Bermúdez Requena dejó su cargo en enero de 2024, en medio de la ola de violencia que azotaba cárceles, comercios y calles, el daño ya estaba hecho.

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