Patricia Angélica Rubín Montes, identificada como la lider de la banda criminal conocida popularmente como “Las Rubín” o “Las Güeras”, fue encontrada sin vida, con huellas de tortura y el tiro de gracia, la noche del martes en la zona de Barranca Honda, en Puebla, la célula se dedicaba al robo en transporte público y a comercios.
El hallazgo se produjo luego de que vecinos reportaran la presencia de un bulto con forma humana dentro de un canal de desagüe, Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) confirmaron que se trataba del cuerpo de una mujer envuelto en una cobija.
Junto al cadáver, se encontró una cartulina con un mensaje explícito:"Esto me pasa por cobrarle cuotas excesivas a carteristas y por chapulín. Vamos por más. Atte: El comandante Diablo. Ahí está su Paty Rubín”.
Patricia Angélica Rubín Montes, cuyo cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo), contaba con un amplio historial delictivo.
En 2024, se hizo viral al difundir un video en redes sociales en el que se mofaba de las autoridades tras una detención.
La líder de "Las Rubín" encabezaba una célula conformada por mujeres de su propia familia, a quienes se les atribuyen numerosos hurtos en colonias como el Centro, Amalucan, La Rivera Anaya, Bosques de San Sebastián y Clavijero.
A pesar de sus constantes detenciones —la última de ellas el pasado 14 de julio, según el titular de la SSC, coronel Félix Pallares—, siempre lograban recuperar su libertad, lo que generaba indignación ciudadana.
En abril, circularon videos grabados por víctimas que evidenciaban su modus operandi como farderas, donde varias integrantes distraían a los comerciantes mientras otras escondían la mercancía.
En junio de 2025, el grupo criminal escaló sus acciones al ser señalado por intentar privar de la libertad a una mujer en la colonia Valle de las Flores, testimonios indicaron que llegaron en un vehículo Ibiza rojo y, con la excusa de entregar flores, intentaron forzar a la víctima a subir al automóvil, aunque ella logró resistirse.
Fuentes extraoficiales revelaron que un elemento, entonces activo de la SSC, identificado como Diego J. S., pudo haber estado involucrado, este policía, que mantenía problemas personales con la víctima del intento de secuestro y la había amenazado, fue posteriormente capturado por presuntos vínculos con el crimen organizado, como parte de una depuración interna en las corporaciones.