Alex Tonatiuh Márquez Hernández, un alto funcionario de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) encargado de investigar actos ilícitos en operaciones de comercio exterior, incluido el conocido "huachicol fiscal", se encuentra en el ojo del huracán debido a su ostentosa colección de relojes de alta gama, valorada en más de 8 millones de pesos y pagada, en su totalidad, en efectivo.
La situación genera serias dudas sobre el origen de los recursos del funcionario, ya que sus ingresos declarados de sus anteriores empleos en la Asamblea Legislativa y la Procuraduría del Trabajo de la Ciudad de México no justifican la adquisición de piezas tan costosas.
Un ejemplo notable es un reloj por el que Márquez Hernández reportó haber pagado 3.7 millones de pesos en 2017.
La colección de Márquez Hernández, que presume con un valor de 7.7 millones de pesos en su declaración patrimonial como servidor público, es particularmente llamativa.
Su valor no solo supera la colección que reportó Emilio Lozoya al asumir la dirección de Pemex durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, sino que también rebasa el costo de algunos de los relojes que poseía el extinto líder sindical petrolero, Carlos Romero Deschamps, como un Audemars Piguet de oro valuado en hasta 20 mil dólares.
Esta revelación cobra mayor relevancia dado que Alex Tonatiuh Márquez Hernández ya ha sido señalado por corrupción y vínculos con el "huachicol". Observadores han notado que, en sus apariciones públicas, el funcionario a menudo viste camisas y sacos holgados, lo que podría interpretarse como un intento de ocultar sus lujosos relojes.
La discrepancia entre los ingresos conocidos del funcionario y el valor de su colección de relojes, sumado a los señalamientos previos de corrupción, coloca a Alex Tonatiuh Márquez Hernández bajo un intenso escrutinio y plantea interrogantes urgentes sobre la transparencia y la probidad en la Agencia Nacional de Aduanas de México.