El gobierno de Estados Unidos ha intensificado su ofensiva contra el crimen organizado transnacional al acusar formalmente de narcoterrorismo y sancionar a Miguel Ángel Anda Ledezma El Miguelon y Ricardo González Sauceda El Ricky, identificados como dos líderes del Cártel del Noreste (CDN), anteriormente conocidos como Los Zetas.
Las acusaciones se centran en una serie de delitos graves que incluyen el robo de combustible (huachicoleo), el trasiego de drogas, armas y personas.
La Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló que ambos individuos son responsables directos de acciones narcoterroristas y de la violencia imperante en la región fronteriza entre Nuevo Laredo, Tamaulipas, y Laredo, Texas.
La OFAC reafirmó el compromiso de Estados Unidos en la lucha contra el CDN y otros cárteles involucrados en actividades ilícitas que ponen en peligro a la población estadounidense, abarcando desde el tráfico de estupefacientes hasta el tráfico de personas y armas, además de otros crímenes atroces.
La administración de Donald Trump destacó que Anda Ledezma y González Sauceda están involucrados en el robo de combustible en México, el cual es posteriormente introducido a Estados Unidos a través de Laredo, Texas.
Más allá de las sanciones económicas y financieras, ambos líderes del Cártel del Noreste han sido designados como “narcoterroristas significativos”, una acción que automáticamente eleva el nivel de las acciones gubernamentales en su contra.
Respecto a Miguel Ángel Anda Ledezma, la OFAC detalló que reside en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Se le atribuye la supervisión de los cargamentos de armas y municiones destinados al Cártel del Noreste, así como la responsabilidad de financiar la adquisición de dicho arsenal en Estados Unidos.
En cuanto a Ricardo González Sauceda, la OFAC indicó que también tiene su residencia en Nuevo Laredo y que, previo a su detención en febrero de 2025, fungía como el segundo al mando del Cártel del Noreste. En este rol, estaba a cargo de los sicarios de la organización y de la planificación y dirección del tráfico de armas, personas y drogas.
El Departamento del Tesoro estadounidense describió al Cártel del Noreste como una organización terrorista con fuerte presencia en los estados de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León. Sus actividades delictivas incluyen el tráfico de narcóticos, personas y armas, así como el lavado de dinero y el robo de vehículos y petróleo.
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