La muerte del excapitán de la Marina, Adrián Omar del Ángel Zúñiga, en lo que se reportó como un "accidente" durante un ejercicio de tiro en Sonora, ha generado nuevas interrogantes sobre la red de corrupción que opera en los puertos mexicanos.
La muerte de Del Ángel Zúñiga, exjefe de la aduana de Manzanillo, se suma a una preocupante lista de fallecimientos de marinos y civiles que han estado vinculados al tráfico ilegal de combustible, conocido como huachicol fiscal.
Los hechos se enmarcan en una investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) que señala a los hermanos Manuel Roberto Farías Laguna y Fernando Farías Laguna, sobrinos del exsecretario de Marina Rafael Ojeda, como líderes de una vasta red criminal.
Adrián Omar del Ángel Zúñiga no era un personaje menor; en 2023, dejó el control de la aduana de Manzanillo por un acuerdo con el propio almirante Ojeda y con Rafael Marín Mollinedo, titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM).
Su salida llevó a la llegada del civil Sergio Emmanuel Martínez Covarrubias, quien fue ejecutado semanas después de denunciar amenazas de muerte.
Los testimonios entregados a la FGR revelan que esta red de huachicol fiscal permitió la descarga de 31 buques con combustible ilegal en puertos como Tampico y Altamira.
A cambio, funcionarios navales y de aduanas recibían sobornos que ascendían a millones de pesos, este esquema, que dejó un millonario quebranto a Pemex, se extendió a puertos de Sonora, Baja California, Colima y Michoacán, la muerte de Del Ángel Zúñiga es solo la más reciente en una serie de eventos trágicos.
La lista de fallecimientos de personas clave es alarmante:
- Sergio Emmanuel Martínez Covarrubias, asesinado en Manzanillo tras denunciar amenazas.
- Abraham Jeremías Pérez Ramírez, capitán naval, hallado muerto en Altamira.
- Fernando Rubén Guerrero Alcántar, contralmirante que denunció a los Farías, ejecutado en Colima.
- Magaly Janet Nava Ramos, agente de la FGR, asesinada en Colima con el mismo modus operandi.
- Carlos Narváez Romero, alto funcionario de aduanas, ejecutado en la Ciudad de México.
Todas estas muertes comparten un patrón: ocurrieron tras denuncias, revelaciones o cambios de cargo en puertos estratégicos.
Las investigaciones de la FGR sugieren que elementos de la propia Marina o sus allegados podrían haber participado en los asesinatos.
Con la detención del vicealmirante Farías y la fuga de su hermano, la investigación ha alcanzado a lo más alto de la cúpula naval del sexenio pasado, poniendo de manifiesto la grave corrupción que ha corroído las instituciones de seguridad en el país.