En un importante avance en la cooperación binacional contra el crimen organizado, la Fiscalía General de la República (FGR) ha concretado la extradición de Héctor Manuel Avendaño Ojeda, "El Meño", a Estados Unidos.
"El Meño" es identificado como un operador clave de Ismael "El Mayo" Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, específicamente en la región de Culiacán.
Avendaño Ojeda era requerido por la Corte Federal para el Distrito de Columbia por cargos de asociación delictuosa y delitos contra la salud. Tras agotar todo el proceso de extradición y las correspondientes impugnaciones legales, "El Meño" fue entregado a los agentes estadounidenses en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para su traslado final.
Según la información proporcionada por la FGR, Héctor Manuel Avendaño Ojeda y su hermano son señalados como miembros activos del Cártel de Sinaloa en Culiacán. Su función principal consistía en la recepción de cuantiosos cargamentos de cocaína. Esta droga llegaba a través de intermediarios colombianos, utilizando embarcaciones que operaban en aguas internacionales.
Una vez que la droga era recibida, "El Meño" y su grupo se encargaban de transferirla a otro integrante del cártel, quien a su vez se encargaba del transporte terrestre hacia diversos puntos tanto en México como en Estados Unidos. Esta operación resalta la sofisticada logística que emplean las organizaciones criminales para mover narcóticos a través de fronteras.
La detención de Héctor Manuel Avendaño Ojeda se remonta a junio de 2016, cuando fue aprehendido en cumplimiento de una orden de captura con fines de extradición a Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses lo identifican a él y a su hermano Martín como lugartenientes directos de "El Mayo" Zambada.
Como parte de la estrategia para desmantelar la red financiera del cártel, desde el año 2011, los bienes y cuentas de "El Meño" y su hermano en Estados Unidos fueron congelados, y sus nombres fueron incluidos en la lista de control de activos extranjeros, una medida que busca impactar la capacidad operativa de las organizaciones criminales. La extradición de "El Meño" representa un paso significativo en la persecución de figuras de alto perfil dentro del crimen organizado transnacional.