Un operativo conjunto de diversas fuerzas de seguridad federales y estatales culminó hoy, 2 de julio de 2025, con la detención de Felipe Jesús Ceballos Tovar "Franco 6", líder de "Los Escorpiones", una célula delictiva del Cártel del Golfo (CDG).
Junto a él fue aprehendido Marcelino Luna Rodríguez, "El Brócoli", ambos señalados como generadores de violencia en los estados de Querétaro y Guanajuato.
La acción coordinada involucró a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Marina (SEMAR), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) federal, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República (FGR) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Adicionalmente, como detalló Omar García Harfuch, titular de la SSPC federal, contaron con la participación crucial de las Fiscalías Generales y Secretarías de Seguridad de Querétaro y Guanajuato.
Las detenciones de "Franco 6" y "El Brócoli" se concretaron tras la ejecución de dos órdenes de cateo en inmuebles ubicados en la colonia La Nueva Unidad y el Fraccionamiento Puerta Real, en la zona metropolitana de Querétaro.
Durante los operativos, las autoridades aseguraron cinco camionetas de lujo, dosis de droga y diversos equipos electrónicos.
Felipe Jesús Ceballos Tovar, "Franco 6", había asumido el liderazgo de "Los Escorpiones" tras la detención de José Francisco Contreras Gómez, alias "Alfa 1", el pasado 20 de marzo de 2025. "Alfa 1" fue vinculado directamente con el ataque ocurrido el 9 de noviembre de 2024 en el bar Los Cantaritos del Centro Histórico de Querétaro, un trágico evento que dejó un saldo de 10 personas muertas y 13 heridas.
Ocho hombres y una mujer fueron detenidos en relación con este brutal ataque, según informó García Harfuch en su momento.
"Los Escorpiones" son una facción del Cártel del Golfo que, en un intento por expandir su dominio territorial, había forjado una alianza con el Cártel Santa Rosa de Lima para disputar el control de la zona al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
"Franco 6" era el jefe de plaza para la zona de Santiago de Querétaro y un corredor estratégico que se extiende desde San Miguel de Allende hasta los límites con Celaya, lo que lo convertía en una figura clave en la dinámica criminal de la región.
Se le vincula, además, con la distribución de drogas a narcomenudistas en Querétaro, el reclutamiento de personas para la organización delictiva y la comisión de homicidios.
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