En un exclusivo rancho en Amanalco, rodeado de opulencia, animales exóticos y su propio lago, fue detenido durante la Operativo Liberación Eli, un líder de La Familia Michoacana que sembraba el terror en al menos 14 municipios del sur del Estado de México.
Conocido por su fachada de empresario y su implacable control sobre el sector de la construcción, Eli operaba bajo la protección de "La Familia Michoacana", según detalló el fiscal del estado, José Luis Cervantes.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) reveló que Eli no conocía otra forma de vida que la extorsión. Su modus operandi consistía en controlar la venta y compra de materiales para la construcción en la región.
Nadie podía adquirir o vender insumos sin su autorización, y todos estaban obligados a pagar una cuota, ya fuera por la compra o la venta.
Los constructores que osaban desafiar sus imposiciones eran amenazados de muerte, en algunos casos, sus empleados eran secuestrados y torturados, una táctica de intimidación que, según el fiscal Cervantes, era común para asegurar el sometimiento.
Eli era el dueño de la casa de materiales y almacén JIMEX, ubicada en Valle de Bravo. Esta empresa no era una simple fachada, sino la única autorizada por "La Familia Michoacana" para vender y distribuir cemento en la región, consolidándolo como un operador clave de la organización criminal.
La FGJEM explicó que sus víctimas no solo eran empresarios del sector, sino también vecinos, socios e incluso supuestos amigos con los que mantenía tratos comerciales, a quienes también extorsionaba.
Uno de los eventos que aceleró su caída ocurrió el 31 de enero de este año, en complicidad con otra persona, Eli "N" encañonó a un empresario mexiquense dedicado a la venta de materiales de construcción.
Le exigieron una cuota inicial, un porcentaje semanal de sus ganancias y lo obligaron a comprar su materia prima exclusivamente al proveedor del grupo delictivo. Este incidente, sumado a las múltiples denuncias, intensificó las investigaciones que finalmente llevaron a su arresto.
Al momento de su detención, Eli "N" fue encontrado viviendo en medio de un lujo desmedido y opulencia, su residencia, ubicada en el rancho exclusivo, contaba con acabados excepcionales, lagos artificiales, una colección de animales exóticos y una flota de autos de lujo, una clara muestra de la riqueza acumulada a través de sus actividades ilícitas.
El fiscal mexiquense, José Luis Cervantes, ha prometido que Eli "N" no volverá a sembrar el terror entre los ciudadanos del Estado de México, marcando un importante golpe contra la delincuencia organizada en la región.