Un embudo nuboso que se había documentado en el municipio de Salvador Escalante, Michoacán, tocó tierra y se transformó en un tornado, causando daños materiales significativos en las comunidades de Casas Blancas y Opopeo sumando 14 viviendas hasta el momento. Las autoridades locales confirmaron estas afectaciones después de una evaluación de emergencia en la zona, donde las unidades de Protección Civil ya habían sido desplegadas preventivamente desde el primer aviso del fenómeno meteorológico.
El tornado, que inicialmente fue captado por los residentes como un embudo nuboso en formación, evolucionó rápidamente al hacer contacto con la superficie terrestre. Esto generó vientos destructivos que impactaron directamente en las viviendas de ambas comunidades rurales.
La mayor parte de la destrucción se concentró en casas de construcción de madera, el material predominante en estas localidades, donde varias edificaciones quedaron completamente destruidas por la fuerza del viento. Además, múltiples techumbres colapsaron en distintos puntos del área afectada y numerosos árboles fueron derribados, dejando un panorama de considerable devastación material.
A pesar de la magnitud de los daños materiales, las autoridades de Protección Civil confirmaron que no se registraron víctimas humanas que lamentar, lo que representa un alivio significativo para las comunidades afectadas y sus familias. Las unidades de emergencia, que inicialmente se desplegaron para evaluar la situación, han ampliado ahora su operativo para brindar apoyo directo a las familias damnificadas, coordinando acciones de rehabilitación y asistencia inmediata.
Este tornado se desarrolló en condiciones atmosféricas típicas de la temporada de transición climática, un período en el que los contrastes de temperatura y presión atmosférica pueden generar fenómenos de este tipo, poco comunes pero potencialmente destructivos en el territorio michoacano.
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