La noche del pasado jueves, un violento ataque perpetrado por un grupo de sicarios en una taquería de la colonia Residencial La Soledad, en Tlaquepaque, Jalisco, segó la vida de dos reconocidos expertos en seguridad. El saldo del atentado también incluyó a cuatro personas heridas, dos hombres y dos mujeres, entre las cuales se encontraban tres colaboradores de la Embajada de Estados Unidos, aunque estos ya aclararon que aunque si lo han hecho, en estos momentos no se encontraban colaborando en nada con ellos.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Carlos Amador Chavela, quien se desempeñó como exsubdirector de la Fuerza de Tarea de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo, y César Gustavo Guzmán González, actual presidente del capítulo Occidente de ASIS Internacional, una organización global de profesionales de la seguridad.
Según la información recabada, los fallecidos habían viajado a la ciudad de Guadalajara con el propósito de impartir cursos y programas de profesionalización dirigidos a diversas corporaciones de seguridad locales, incluyendo la Secretaría de Seguridad del Estado y la policía del municipio de Zapopan. Su presencia en la región respondía a la necesidad de fortalecer las capacidades de las fuerzas del orden en materia de seguridad.
Medios locales reportaron que los hechos de violencia se desencadenaron alrededor de las 21:00 horas en un establecimiento de comida local. Carlos Amador y el grupo de especialistas se encontraban cenando tras finalizar una jornada laboral cuando un vehículo Nissan March de color rojo arribó al lugar. De este automóvil descendieron sujetos armados quienes, sin mediar palabra, abrieron fuego de manera directa contra el grupo.
Fuentes policiales confirmaron que las víctimas habían concluido sus actividades de enseñanza en las instalaciones de la Unipol (Universidad de la Policía) y posteriormente se dirigieron a cenar al local denominado "Asadas Santa Rosalía".
Este establecimiento se encuentra ubicado en la Avenida Santa Rosalía, casi en la intersección con las calles Doroteo y Ramón Corona, en la mencionada colonia Residencial La Soledad. La repentina y brutal agresión ha generado consternación en la comunidad de seguridad y ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad ante la acción del crimen organizado.
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