Un inusual y alarmante suceso tuvo lugar la noche del pasado sábado en Morelia, la capital michoacana, donde un hombre con una mano gravemente mutilada a causa de la explosión de una granada fue abandonado a su suerte en el acceso principal de un hospital privado situado en la exclusiva zona de Altozano por un grupo de Sicarios.
De acuerdo con los primeros reportes disponibles sobre el incidente, la víctima, quien fue identificada posteriormente como Eduardo M., de 35 años de edad, fue dejada frente a la entrada del Hospital Ángeles, ubicado en la avenida Montaña Monarca, por individuos armados cuya identidad y paradero se desconocen hasta el momento. Una vez abandonado en el lugar, el hombre, visiblemente herido y necesitado de atención médica inmediata, ingresó por sus propios medios al nosocomio con el objetivo de solicitar ayuda médica urgente.
Al ser atendido por el personal del hospital, Eduardo M. refirió que las severas lesiones que presentaba, particularmente la mutilación de una de sus manos, habían sido producto de la explosión de una granada que, según su versión, manipuló durante una supuesta jornada de cacería en una zona boscosa.
Ante la inusual naturaleza del caso y la gravedad de las heridas, el personal médico del Hospital Ángeles actuó de inmediato para atender la emergencia médica de Eduardo M. Simultáneamente, y siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de situaciones, notificaron a las autoridades competentes sobre el incidente.
En respuesta a la alerta, elementos tanto de la Policía como de la Fiscalía General del Estado de Michoacán se trasladaron al hospital para iniciar las investigaciones correspondientes. El objetivo principal de las autoridades es esclarecer las circunstancias exactas en las que ocurrieron los hechos y determinar la veracidad de la versión proporcionada por el lesionado.
Según la declaración del propio Eduardo M., el incidente se produjo mientras se encontraba cazando en una zona boscosa cercana a la comunidad de Ichaqueo. En este lugar, aseguró haber encontrado un artefacto explosivo. Al intentar manipularlo, la granada, que se presume era de fragmentación, detonó en sus manos, causándole las severas heridas que presentaba, incluida la mutilación de una de sus extremidades superiores, sin embargo no explico porque hombres armados lo dejaron y se fueron si no debían nada.
La Fiscalía de Michoacán ha tomado cartas en el asunto y ya ha abierto una carpeta de investigación para profundizar en las indagatorias. Entre los puntos clave de la investigación se encuentran determinar la procedencia del artefacto explosivo, el tipo exacto de granada que detonó, y las razones por las cuales Eduardo M. fue abandonado en el hospital sin recibir apoyo o asistencia por parte de las personas que supuestamente lo acompañaban en la jornada de cacería.
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