Asunción Ixtaltepec, Oaxaca. Una tragedia ferroviaria sacudió al sureste mexicano la mañana de este 28 de diciembre, cuando un convoy de pasajeros de la Línea Z del Tren Interoceánico se descarriló en la comunidad de Nizanda. El accidente ha dejado un saldo devastador de 13 personas fallecidas y 98 lesionados, marcando el incidente más grave desde la reactivación de este corredor estratégico.
El tren, que transportaba a 241 pasajeros y nueve tripulantes, cubría la ruta entre los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz. Tras el impacto, la zona se convirtió en el epicentro de un masivo despliegue de emergencia coordinado por la Secretaría de Marina (SEMAR).
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó que, de los 98 heridos reportados, 36 permanecen hospitalizados, y de estos últimos, cinco se encuentran en estado crítico. Para garantizar la atención de los afectados, las autoridades distribuyeron a los pacientes en diversos centros médicos de la región:
- Hospitales del IMSS: Unidades médicas ubicadas en Matías Romero y Salina Cruz.
- Hospitales IMSS-Bienestar: Centros de atención en las localidades de Juchitán e Ixtepec.
La Secretaría de Marina emitió un mensaje de solidaridad hacia las familias de los fallecidos, asegurando que se actuará con "máxima responsabilidad, transparencia y apego a la ley" en el seguimiento de este lamentable suceso.
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Para las tareas de auxilio y recuperación en el difícil terreno de Nizanda, la Institución Naval movilizó un contingente de 360 elementos. El equipo incluyó el uso de tecnologías y transporte especializado, tales como:
- 20 vehículos de apoyo y 4 ambulancias terrestres.
- 3 ambulancias aéreas para el traslado urgente de pacientes graves.
- Un dron táctico para la supervisión aérea de los vagones siniestrados.
Mientras las autoridades realizan los peritajes, los testimonios de los sobrevivientes comienzan a arrojar luz sobre las posibles causas. En videos difundidos a través de redes sociales, pasajeros señalaron que el convoy viajaba a una velocidad inusual. “Sentimos que el tren venía muy fuerte. No sabemos si se quedó sin frenos”, relató uno de los usuarios afectados.
La Línea Z, donde ocurrió el siniestro, es el corazón del proyecto que conecta el Golfo de México con el Océano Pacífico. Inaugurada apenas en diciembre de 2023, la obra representó la reactivación de una antigua ruta comercial clave para el desarrollo del Istmo de Tehuantepec.
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, confirmó que se mantendrá una vigilancia estrecha sobre las investigaciones para determinar si el accidente fue derivado de una falla técnica en la infraestructura renovada o un error en la operación del sistema ferroviario.
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