En el estado de Guanajuato ha surgido un nuevo fenómeno delictivo conocido como “lechicoleo”, que se asemeja al robo de combustible, o huachicol, pero con leche.
Según las autoridades estatales, este nuevo modelo de negocio del crimen organizado consiste en el robo y venta ilegal de leche, lo que no solo afecta a la industria, sino que también pone en riesgo la salud pública.
El modus operandi es una adaptación del huachicol, los delincuentes se coluden con los choferes de las pipas de leche para desviar las unidades a "centros de ordeña" clandestinos, en estos lugares, extraen la leche y la sustituyen con una mezcla adulterada de agua y sal para que no se note la falta del producto original, posteriormente, las pipas continúan su camino hacia su destino, las plantas de envasado y comercialización.
Expertos en el tema advierten que el “lechicoleo” representa un grave peligro para la población, la leche adulterada, al no seguir un proceso de higiene y calidad, podría contener bacterias u otras sustancias que resulten nocivas para la salud de quienes la consumen.
La Secretaría de Seguridad y Paz de Guanajuato ha revelado que en los últimos ocho meses se han incautado 160,800 litros de leche adulterada, para ilustrar la magnitud del problema, la dependencia mencionó tres casos:
- Enero: Dos hombres fueron detenidos en Irapuato extrayendo leche de una pipa.
- Febrero: Otros dos hombres fueron capturados en León con 34,000 litros de leche robada.
- Abril: Tres personas fueron detenidas en la carretera federal 45D con 66,000 litros de leche robada.
Estos eventos muestran un patrón en el que las organizaciones criminales se han diversificado hacia un delito que, aunque parece menor, tiene serias implicaciones económicas y de salud. Las autoridades han reforzado la vigilancia para combatir esta nueva forma de crimen organizado.