En una operación coordinada de gran envergadura, las Secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Guardia Nacional, en conjunto con autoridades de la Ciudad de México, Querétaro y el Estado de México, llevaron a cabo el traslado de 60 internos de prisiones locales a Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos).
El objetivo principal de esta acción es "garantizar la gobernabilidad y desarticular redes criminales en el interior de los centros penitenciarios”, según informó la SSPC, dependencia a cargo de Omar García Harfuch.
La estrategia busca preservar el control en los centros penitenciarios, especialmente considerando el perfil de las personas privadas de la libertad involucradas, quienes están relacionadas con diversos delitos que atentan contra la seguridad pública y el bienestar social.
Del total de 60 reclusos trasladados, 15 fueron movidos del Cefereso número 1, conocido como “Altiplano”, a otras prisiones federales, lo que sugiere una reconfiguración estratégica dentro del sistema de alta seguridad.
El grueso de la operación se concentró en el Aeropuerto Internacional de Toluca, donde fueron reunidos 45 reclusos provenientes de centros penitenciarios locales.
De este grupo, 20 internos procedían de la Ciudad de México, 20 del Estado de México y 5 de Querétaro. Desde la terminal aérea, los 45 reclusos fueron trasladados vía aérea hacia nueve Ceferesos distribuidos en distintas regiones del país, lo que evidencia la diversidad de destinos para evitar concentraciones y romper posibles estructuras delictivas.
La seguridad de este complejo traslado estuvo bajo la responsabilidad de elementos de la Unidad de Reacción Penitenciaria del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Reinserción Social (PRS), en estrecha colaboración con la Guardia Nacional, garantizando la integridad de la operación de principio a fin.
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