Fuerzas Federales asestaron un importante golpe al detener a siete Sicarios de La Familia Michoacana en el municipio de Coyuca de Benítez, en la región Costa Grande de Guerrero.
La operación, que se llevó a cabo el pasado lunes, resultó en el aseguramiento de un arsenal, equipo táctico, droga y vehículos.
El operativo fue encabezado por elementos de la Secretaría de Marina (SEMAR) en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Guardia Nacional (GN), Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Este despliegue es parte de la estrategia del Gobierno de México para fortalecer el Estado de derecho en zonas con alta incidencia delictiva.
La detención se realizó tras un recorrido de disuasión y vigilancia por parte de personal de Infantería de Marina, quienes contaron con el apoyo aéreo de un helicóptero Black Hawk para reconocimiento y cobertura, como resultado de esta acción, las autoridades aseguraron:
- Siete fusiles
- Dieciséis cargadores
- Un magazín (para almacenamiento de municiones)
- Un chaleco táctico con placas
- Tres chalecos adicionales sin placas
- Tres pecheras tácticas
- 188 dosis de marihuana
- Cuatro motocicletas
Todo el material incautado fue puesto a disposición de las autoridades correspondientes para la integración de la carpeta de investigación.
De acuerdo con reportes del gobierno federal, en Coyuca de Benítez opera una célula de La Familia Michoacana identificada como Grupo Nueva Generación (GNG) o Grupo Gente Nueva.
Esta facción mantiene una alianza con grupos delictivos locales conocidos como Los Rodríguez y Los Rusos.
A esta misma célula criminal se le atribuyó la violenta irrupción armada ocurrida la madrugada del 24 de octubre pasado en el municipio de Tecpan de Galeana.
En aquella ocasión, un convoy de más de diez camionetas blindadas con hombres fuertemente armados se enfrentó a otra organización criminal denominada Los Granados, a quienes acusaron de estar protegidos por autoridades civiles y militares.
Tras el arribo del Ejército y la Guardia Nacional, que se enfrentaron al Grupo Nueva Generación, el saldo en cuatro días fue de 34 muertos y la detención de más de 21 Sicarios, la mayoría de ellos jóvenes migrantes de Guatemala y El Salvador.
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