Seis Huachicoleros perdieron la vida a causa del derrumbe de un túnel utilizado para la extracción ilegal de combustible, en el municipio de Otumba, Estado de México. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) confirmó el trágico suceso.
Los primeros informes indican que el accidente ocurrió alrededor de las 8:00 de la noche del jueves en un predio baldío, ubicado en la calle Insurgentes de la comunidad de Ejidos de Cuautlacingo, cerca de la zona arqueológica de Teotihuacán.
Tras el colapso, una camioneta blanca tipo Van recorrió las calles de la localidad, perifoneando para solicitar el apoyo de la población en las labores de rescate. "Se le pide de la manera más atenta a toda la población de Cuautlacingo apoyar para sacar a unas víctimas de un túnel atrás de la casa del señor Anton Gutiérrez; hay víctimas y hay varios fallecidos", se escuchaba a través del altavoz, evidenciando la magnitud de la tragedia.
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La Fiscalía mexiquense, en coordinación con elementos de la Policía Estatal y Municipal, inició las labores de rescate con maquinaria pesada, logrando recuperar el primer cuerpo de un hombre de entre 30 y 35 años de edad. Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando la población local se opuso a que los cuerpos de emergencia continuaran con las tareas de auxilio. Fueron los propios vecinos quienes, asumiendo los riesgos, se encargaron de las labores de rescate, recuperando finalmente cinco cuerpos más.
Posteriormente, los pobladores también se resistieron a entregar los cadáveres al área de Servicios Periciales para las necropsias de rigor. Incluso optaron por trasladarlos a la capilla del pueblo. No fue sino hasta la madrugada de este viernes, y tras un proceso de diálogo con las autoridades, que accedieron a entregar los cuerpos para los procedimientos legales.
El túnel colapsado se encuentra a unos 300 metros de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex). Por esta zona cruza tubería de combustible que proviene de los estados de Hidalgo y Veracruz con destino al Valle de México. La región es conocida por la detección de diversos puntos de extracción ilícita de hidrocarburos.
En 2024, se detectaron más de 12 mil tomas clandestinas en todo el país, resultando en pérdidas para Pemex por 20 mil 529 millones de pesos. El Estado de México se posiciona como la segunda entidad con mayor incidencia en este delito, solo superada por Hidalgo.
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