La tranquilidad de la madrugada del 19 de mayo en la comunidad de San Bartolo de Berrios del municipio de San Felipe, Guanajuato, se vio brutalmente interrumpida por un ataque armado que cobró la vida de siete jóvenes, incluidos menores de edad.
Este ataque, perpetrado por Sicarios del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), ha dejado una profunda herida en la comunidad y desató una ola de condena e indignación en todo el estado.
Poco después de las 2:00 de la madrugada, mientras la mayoría de los habitantes de San Bartolo de Berrios dormía, múltiples reportes al 911 alertaron sobre intensas detonaciones de arma de fuego en la plaza principal del pueblo.
Según los testimonios recabados por las autoridades, tres camionetas polarizadas ingresaron al poblado y se dirigieron directamente al jardín central. Allí, un grupo de jóvenes convivía tras la fiesta organizada por la parroquia local. Sin previo aviso, los mugrosos armados abrieron fuego indiscriminadamente, efectuando cerca de 100 disparos con armas largas de grueso calibre.
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Cuando los primeros elementos de la policía municipal llegaron al lugar, se encontraron con una escena devastadora: siete cuerpos sin vida yacían tendidos alrededor de una camioneta frente al kiosco.
Algunos cadáveres se encontraban en la banqueta, otros a pocos metros, sugiriendo un intento desesperado por escapar. La plaza estaba marcada por manchas de sangre dispersas, casquillos regados y un silencio abrumador que seguía a la violencia.
La agresión no se limitó a la plaza principal. Horas después, en distintos puntos de San Felipe, aparecieron narcomantas con mensajes amenazantes, firmadas por el Cártel de Santa Rosa de Lima. En estas mantas, el grupo criminal se atribuía la masacre y advertía sobre su presencia en la zona, haciendo referencias directas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), su principal rival en la región.
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Una de las narcomantas tenia escrito lo siguiente:
GENTE DE SAN FELIPE
LES COMUNICAMOS QUE YA ESTAMOS AQUI, HACIENDO PRESENCIA, LA PELEA NO ES CONTRA EL PUEBLO, LA PELEA ES CON LAS PERRAS FLACAS DE LAS JALISCAS VENIMOS A ACABAR CON TODAS ESAS RATAS QUE DICEN SER LOS MAS DECENTES YA LLEGAMOS A SAN FELIPE
Y SUS COMUNIDADES
ATTE.
GRUPO OPERATIVO SOMBRA
GENTE DEL MARRO CSRL
Las siete personas asesinadas eran jóvenes originarios del mismo pueblo, con la excepción de uno que residía en la comunidad cercana de Chirimoya. Sus edades oscilaban entre los 16 y 17 años. Entre las víctimas se encontraban los hermanos Tapia, hijos del delegado de San Bartolo de Berrios, así como Miguel Juárez, un integrante de la comunidad LGBTQ+ de San Felipe, cuyo asesinato generó un profundo dolor en este colectivo.
Tras el brutal crimen, la comunidad de San Bartolo de Berrios respondió con gestos de duelo y solidaridad. Vecinos colocaron cruces de cal sobre las manchas de sangre aún frescas y encendieron veladoras a un lado del kiosco, en un acto de memoria por los jóvenes perdidos.
El colectivo pride local expresó su profundo pesar por el asesinato de Miguel Juárez, manifestando: “Nos unimos a la pena que embarga a su familia y a las de todos los jóvenes asesinados”.