Cuatro sicarios de la facción de “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa fueron detenidos en Culiacán, Sinaloa, durante un operativo conjunto de gran envergadura. La acción fue llevada a cabo por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Marina (SEMAR), la Guardia Nacional (GN), la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), demostrando la coordinación interinstitucional en el combate al crimen organizado.
Según la información oficial difundida por las autoridades, los individuos aprehendidos forman parte de una célula criminal de alta peligrosidad. Entre los detenidos se encuentra Moisés Bernabé Barraza Acosta, conocido por los alias “Berna” y/o “Chupón”, de 31 años de edad. Barraza Acosta ha sido identificado como el presunto líder de esta célula, a la que se le relaciona con la comisión de diversos homicidios y actividades de venta de droga en la región.
Junto a “Berna” fueron detenidos otros tres Sicarios: Noé Moreno Montes, alias “Pinpon”, de 27 años; Jesús Iván Robles Meraz, de 29 años; y Luis Antonio Ibarra Payán, de 31 años. La captura de estos sujetos representa un golpe significativo a la estructura operativa de "Los Chapitos" en la capital sinaloense.
La detención se produjo en la colonia Renato Vega Alvarado, cuando un vehículo de color blanco, en el que se desplazaban los ahora detenidos, intentó evadir la presencia de las autoridades federales y estatales. Esta maniobra evasiva alertó a los elementos de seguridad, quienes de inmediato iniciaron una persecución.
Tras darle alcance al vehículo y realizar una inspección exhaustiva, los agentes confirmaron que la unidad contaba con un reporte de robo vigente, lo que añadió un delito más a la situación de los ocupantes.
En el interior del automóvil, las fuerzas del orden localizaron un arsenal considerable: cuatro armas largas, entre las cuales destacaba una subametralladora de origen belga, lo que subraya la capacidad de fuego de esta célula delictiva.
Adicionalmente, se aseguraron 18 cargadores, cuatro chalecos balísticos, una cubeta con artefactos ponchallantas, utilizados para dificultar la persecución policial, y cinco teléfonos celulares, los cuales serán sometidos a análisis forense para obtener más información sobre sus actividades.
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